Ducati 851, la re-evolución

Como Ferrari, en Italia Ducati es como una religión y Taglioni su gran profeta desde que en 1920 se hizo cargo de su departamento técnico y reinventó varias veces a la marca de Borgo Panigale para mantenerla en olimpo de las motos racer más punteras, bajo con el evangelio desmodrómico.

Pero a mediados de los 80´s, con las marcas japonesas inundando el mercado de fabulosas máquinas a unos precios inigualables, Ducati se encontraba ante la necesidad de volverse a reinventar, aunque esta vez sin su mago que en 1986 firmaba su jubilación y dejaba paso a su mejor discípulo, Mássimo Bordi. Como nuevo responsable técnico de la marca, Bordi, que ya llevaba tiempo aprendiendo del maestro, afrontó los nuevos tiempos de cambio marcados por la entrada de Cagiva que en 1985 se había hecho con los derechos de la mítica marca italiana.

Bordi siguió uno de los mandamientos clave en la innovación, apoyarse en la última creación de su mentor, el soberbio motor Pantah y proyectar las mejoras necesarias para revolucionar la mecánica italiana una vez más. Un proyecto entre lo nuevo y lo viejo del que resultó una motocicleta revolucionaria, la 851 de 1987 que se presentó, como no, en la meca motera italiana, el Salón de Milán de aquel mismo año.

En su tesis universitaria, Bordi, había desarrollado el proyecto desmodrómico de cuatro válvulas, en 1973, aunque Taglioni era un firme creyente del saltó a un motor L4 para la revolución. Sin embargó, Bordi apostó por su idea y equipó al nuevo motor Pantah con las cultas de cuatro válvulas añadiendo la refrigeración líquida y la inyección electrónica como novedades que se complementaban con una bellísima y magnifica estampa deportiva que rompía definitivamente con las redondeadas líneas de sus antecesoras más racer, las SS de principios de los 70’s y la misma Pantah de finales de esa década.

Capaz de ofrecer más de 100 CV a 9000 rpm con un peso en seco de 185 kg y seis velocidades, Ducati, que siempre ha destacado por sus eficientes bastidores, no iba a predicar en el desierto, así que colocó la nueva mecánica de la 851 en un fenomenal chasis Trellis multitubular y autoportante que ofrecía espectacular paso por curva ayudado por las suspensiones firmadas por la italianísima Marzocchi.

La versión Strada fue el modelo que se lanzó para el ciudadano adicto a Ducati, pero para los que pensaban en enredarse en competición se puso a su disposición un Kit que vestía una versión de carreras de la que se fabricaron 200 unidades que alcanzaban los 125 CV a 10.500 rpm. Las 200 unidades eran la cantidad mínima para poder inscribirla en el primer Mundial de SBK, que se celebraría en 1988, porque Ducati, que se tapa para dormir con la bandera a cuadros, quería verla compitiendo desde ya.

Y no fue un mal debut, en la primera carrera, en el circuito británico de Donington Park, la Ducati 851 desmoquattro se impuso por delante de todas la tetracilíndicas japonesas, pilotada por Davide Tardozzi, sí el actual team manager del equipo oficial Ducati en MotoGP. Además, Marco Luchinelli logró el segundo puesto en la primera manga, piloto que ya había vencido en la Daytona Pro Twins de 1987 con el prototipo de la 851.

Pero la 851 solo era el principio del Nuevo testamento y Ducati supo corregir pronto algunos pecados del modelo para presentar la fabulosa 888 de 1991, un modelo que superó todas las expectativas hasta el punto de retrasar el lanzamiento de otra máquina legendaria, la 916 con la que Troy Bayliss ganaría 5 títulos en la primera década de S XXI. La 916 tuvo que esperar hasta finales de 1993. Ducati había vuelto a resucitar y sumaba fieles en todos los circuitos, carrera a carrera, marcando una época en el mundial de SBK con las sucesoras de la 851 que ganarían 8 de los 10 títulos en la década de los 90’s, con Carl Fogarty como máxima estrella.

Hace poco me he enterado que el piloto Víctor López, un nuevo discípulo, está preparando una 851 con motor 996 RS para correr en el TT classic de la isla de Man (ManGP). Te dejo una foto de la máquina que está ajustando al tiempo que busca patrocinadores.

El L4 Pantah que proponía el visionario Taglioni no llegaría hasta el siglo XXI, con la Panigale, un milagro derivado directamente de MotoGP y que ponía en el asfalto 214 CV con tan solo 175 kg y ayudas electrónicas del momento. Pero claro, eso ya es otra historia. Amén.

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